Cada minuto, ocho personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror y la mayoría tienen que elegir entre algo horrible o algo aún peor. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, también conocida como ACNUR, trata de proporcionarles cierto bienestar, pero tiene que hacer frente a un número cada vez mayor de desplazados.